Está muy claro. La táctica es provocar y provocar. No van a dejar el poder andaluz tan fácilmente. Oído y calma compañeros. El cambio andaluz es imparable, y ellos se rasgan sus vestiduras de
hipócrita manera, proclamando hoy su olvidado afecto al rigor, porque se ven en el banco de la oposición, aunque no sean leales.
La izquierda no quiere el poder para seguir gobernando; quieren seguir
colocando, enchufando, EREando y abochornando a los andaluces de bien con sus corruptelas. Cuan escondida estaba la queja mientras el de León contaba nubes; cuan
pixelada era la ofensa de aquel recorte cotidiano, y ahora, míralos... alardeando de ocupar la calle, como si fuera su venganza contra los que
no los votaron, aludiendo al temor, cuando fueron ellos los que inventaron el miedo.
Hoy se alegraban de estar de nuevo en la calle, esa que cerraron a cal y
canto cuando gobernaban los suyos, la misma que ahora quieren recuperar para alimentarse. No es extraño, siendo el maquiavélico Alfredo el que los organiza.
Por ello, por el ansia de tomar el sol al amparo de la pancarta cuanto antes, han
reducido su cortesía, esa hija de puta, a sólo 50 de los 100 dias
previstos en el manual.
Así son, y así les va... Menos mal que la mayoría del pueblo, los tiene calados.
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ResponderEliminarYo creo que lo que falta son eso mismo "pancarteros", en Sevilla, en Madrid, en Bruselas o en Berlín.
EliminarPero en vez de quejarnos, el gran pueblo español se pinta la cara y saca las banderas por su equipo de futbol... en fin, que tenemos lo que nos merecemos.
No se debería generalizar salvo que se dé por sentado que sólo te va a leer un sector de la población.